Estos dos últimos meses han sido una montaña rusa de acontecimientos que han golpeado muy fuerte a una de las instituciones más necesarias de la sociedad: la Universidad. Intentar poner en jaque a todo el sistema universitario español tras la nube de sospechas de favoritismo que se escondía tras el famoso Máster de la ex Presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid, para intentar salir adelante; no solo torpedeando a la Universidad Rey Juan Carlos, sino a todo el sistema universitario, es un claro síntoma de dónde nos han llevado quienes hacen política en este país, donde se ha asentado «el todo vale».
Lejos de amainar la tormenta, ahora le ha tocado el turno a la Universidad Complutense de Madrid, una de las instituciones universitarias con más solera y trascendencia en nuestro sistema. El caso de Pablo Casado está en fase de investigación judicial, así como el caso de Cristina Cifuentes, por lo que es necesario aclarar con luz y taquígrafos qué ha ocurrido, y en el caso de que haya habido errores y/o hechos punibles, es urgente revisar los procesos y establecer un claro modelo de gobernanza transparente que garantice la trazabilidad del período de estudios de cualquier estudiante en cualquier nivel o tipo de estudios universitarios.
Por esa razón, nuestra Junta Directiva, decidió en una reunión extraordinaria para tratar este tema, que tuvimos el pasado martes 22 de mayo de 2018, dirigirnos al Rectorado de la UCM , con el fin de rogarle al Sr. Rector que ponga todos los medios en su mano para atajar cualquier proceso que haya puesto en duda esa trazabilidad o el sistema de gestión de expedición de los títulos académicos. Y a su vez ofrecernos para ayudar en lo que crea menester, ya que algunos y algunas de nuestras asociadas, como egresados de la UCM, ven como su alma máter está poniéndose en cuestión en un proceso que observan de forma dolorosa.
Estamos seguros de que el equipo rectoral y la integridad profesional del cuerpo del PAS de la Universidad Complutense son los primeros interesados en tomar las decisiones adecuadas que permitirán aclarar cualquier duda al respecto y que colaborarán plenamente con el juzgado competente de analizar lo ocurrido, porque no sólo está en juego la honorabilidad de la UCM sino el prestigio del sistema público universitario español del que debemos sentirnos orgullosos.
Estos casos deben servir para desarrollar un nuevo modelo de gobernanza universitaria donde la transparencia y los procesos de gestión interna se modernicen para evitar casos como el que estamos viviendo. Urge establecer un nuevo sistema común a las universidades que sea impulsado por la Conferencia de Rectores.
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